Se me acabó eso que alguno llamó la alegría del inédito cuando la editorial Triskel seleccionó mi relato Tenemos llamada para el tercer volumen de Atrasis, una antología de cuentos de fantasía de autores noveles –o casi– que estaba previsto que fuera presentada pocos días antes de aquella pesadilla llamada Estado de Alarma. Por desgracia, la editorial cerró pocos meses después y, en el momento en el que escribo esto, solo quedan unos pocos ejemplares en alguna que otra librería suelta. En fin, la mala suerte. Como curiosidad, el título original de este relato, escrito en el lejano 2013, era tan horrible que aún hoy me parece maravilloso: Lo que aquel verano que me alquilé una casita a las afueras de Cadaqués para ver si encontraba la inspiración. Por último, me gustaría agradecerle a la genial Irene Flichy sus observaciones y recomendaciones a la hora de afilar este cuentito al que tanto cariño guardo.