La primera vez que vi la casa de oxígeno tendría unos doce años. Habíamos salido de la jurisdicción de nuestros padres, la barriada, sin que supieran nada, montando nuestras bicicletas, en busca de aventuras increíbles. Tuvo que ser un domingo, recuerdo que era por la mañana, y los sábados era el día que solía ir… Continue reading